Un grupo de trabajadores se dispuso a realizar una prueba de simulación de corte de suministro energético dentro de la Central Nuclear de Chernobyl, con fin de probar cuánto tiempo la planta permanecería autoabastecida de energía sin la ayuda exterior. Pero sucedió una grave falla, producida por un súbito aumento de potencia que provocó el sobrecalentamiento del reactor nuclear provocando una gran explosión debido a la gran cantidad de hidrógeno acumulado en su interior.
El accidente no solo provocó una explosión que consumió la Planta Nuclear, sino que cobró 31 vidas al instante y liberó cantidades inimaginables de material reactivo (se estima que superó 500 veces el material radiactivo liberado por la bomba de Hiroshima arrojada en 1945), siendo denominado como el mayor desastre nuclear de la historia, alcanzando la categoría más alta en la escala INES (Escala Internacional de Accidentes Nucleares).
Este hecho provocó la evacuación simultánea de 135,000 personas que se encontraban a un radio considerable del accidente y una alarma internacional debido a la detección de materiales radiactivos en diversas zonas de Europa central y septentrional. La evacuación de Chernobyl y su radio de 36 kilómetros no se terminó de llevar a cabo hasta seis días después del accidente, el cual fue reducido gracias a la valerosa presencia de los bomberos de la ciudad, con ayuda especial de los cuerpos de Kiev.
Al cabo de la primer semana, ya se habían detectado como mínimo 1,000 casos de efectos producidos por la radiación sobre las personas, sin contar los efectos posteriores y los nacimientos de aquellas personas que habían sido afectadas parcial o totalmente.
Hoy en día se recuerda esta fatal fecha como el accidente más terrible de todos los tiempos, obteniendo aún 23 años después efectos posteriores a la explosión siendo miles de personas las que padecieron y siguen padeciendo las secuelas del material radiactivo liberado.
Sólo este tipo de catástrofes nos ayudan a reflexionar la influencia que está teniendo el ser humano en el ambiente... ¿hasta dónde llegaremos?
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